No puedo poner mis ojos en otro hombre, simplemente no me sale. No podría besar otra boca ni acariciar otra piel. Pero cada vez se nos hace más difícil acordarnos de que nos queremos. Nuestro orgullo nos come el corazón. Estas al lado mio, y te siento a mil kilómetros de distancia.
¿Qué nos esta pasando? ¿Por qué echamos todo a perder? Me siento sola. No vivo, padezco. No puedo seguir haciendo que todo esta bien cuando nos matamos por un premio que no existe. En el amor no se pierde ni se gana, va mas allá de todo eso. Es un fuego en el corazón que no nos deja dormir, comer ni pensar.
Pero ya no sos la persona que conocí. Extraño a aquel que se conformaba con tan solo mi risa, ese chico que solo necesitaba que yo este y que con eso bastaba. Extraño que me abraces, que me beses y que me digas que me amas; y que no se sienta una rutina.
Extraño que me sorprendas cada día y que no compitas conmigo. Extraño sentir que me extrañas. Extraño poder estar en silencio y que no sea incómodo.
Extraño que seamos felices.
Extraño ser torpe, impredecible, solitaria, incomprendida; extraño olvidarme de las cosas que me contas, de ir a la depiladora y hasta de pasar horas sin hacer nada. Y que todo eso a vos te enamore cada día más de mi. Extraño que me digas que soy especial, que me sientas especial.
Extraño estar a cara lavada, sin peinar, hecha un desastre, con mis kilos de más; y que te siga pareciendo hermosa.
Estoy cansada de hacernos los novios... EXTRAÑO SERLO.
Pero no voy a bajar los brazos. Porque aunque todo sea horrible, horrible, horrible, horrible, horrible, horrible, horrible, horrible, horrible, horrible, horrible, horrible, horrible, horrible, horrible... de repente ALGO MARAVILLOSO PASA. Y me llena el alma, me alegra la vida y me da ganas de seguir respirando.
Y más tarde, la rueda vuelve a empezar.